Si queremos un plato más fresco podemos rehogar directamente los tomates y ajos y saltarnos el paso del horno, pero el toque asado va muy bien con el plato.
Las tortillas en el horno pueden quemarse pasados los 15 minutos. Debes controlarlas minuto a minuto para para sacarlas crujientes, no quemadas.
Es fundamental que los chilaquiles queden crujientes. Al añadir las tortillas al guiso no dejes que se pasen, simplemente que se mezclen con el resto de ingredientes y se calienten.
También podemos agregar guacamole al final del plato, en lugar de los dados de aguacate, o utilizar unos tomatillos (cherry, por ejemplo) en lugar de tomates grandes.
Como salsa de acompañamiento, le va muy bien la de chipotle o pico de gallo, o en una versión más contemporánea, una salsa elaborada con tahine, zumo de lima o limón, cúrcuma, agua y sal.