Comenzamos una nueva temporada de The Quotidian Cook con dos recomendaciones, una culinaria (cocinar con membrillos) y otra literaria, la novela La Vegetariana de la flamante Premio Nobel de Literatura Han Kang.
La Vegetariana no es un libro en defensa del vegetarianismo. Su protagonista, Yeong-hye, es una mujer que decide dejar de comer productos de origen animal a partir de un sueño perturbador. Su decisión inicia un proceso de transformación radical en el que deberá enfrentarse a un entorno familiar y social agresivo y que en ningún momento deja lugar a la discrepancia. La Vegetariana es un relato que explora el poder de las decisiones personales y sus consecuencias.
Es fascinante ver el detalle de las reacciones de su entorno social ante la decisión de dejar de comer carne. La reacción del marido es yo, yo y yo. Familia, amigos e instituciones la van a considerar transtornada o enferma. En la comida familiar organizada para intentar convencerla de su error, el padre de Yeong-hye intenta hacer que coma carne a la fuerza (metiéndole un trozo en la boca).
El relato es una fábula de lo que sucede cuando una mujer desafía a las convenciones culturales (una buena comida es con carne) e ilustra muy bien las reacciones de las personas omnívoras frente a los que adoptan decisiones personales de carácter ético o simplemente anticonvencional.
Nada mejor que un plato de cuchara vegetal y coronado con membrillos dorados para acompañar la lectura de La Vegetariana. No nos cansamos de recomendar los membrillos en los guisos, estofados y platos de legumbres (Garbanzos con Membrillos). Su textura suave y su sabor ácido y dulce a la vez complementan de forma deliciosa la potencia de los guisos de invierno. El membrillo es un fruto mítico y solo lo tenemos durante los meses fríos del año.
En nuestras Alubias blancas con membrillos los añadimos a un guiso cremoso de alubias que parte de un sofrito al gusto del norte italiano con apio, cebolla y zanahoria. Una picada de romero y avellanas le da profundidad y los membrillos, alegría. El resultado es un plato de cuchara cremoso, fresco y aromático. El romero nos lleva al Mediterráneo, los membrillos al Jardín de las Hespérides.
- 2 membrillos medianos maduros
- 5 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla roja picada
- 2 zanahorias medianas, cortadas en dados pequeños
- 1 rama de apio picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 ramas de romero fresco
- 1 puñado de avellanas tostadas
- 700 gr de alubias blancas cocidas
- 500 ml de caldo de verduras
- Sal marina y pimienta negra molida, al gusto
- Hojas verdes de espinaca/kale/perejil/cebolla tierna
- Pela los membrillos, retira el centro con las semillas y córtalos en 6 gajos cada uno.
- En una sartén con una cucharada de aceite cocina los membrillos a fuego lento hasta que queden dorados y tiernos por ambos lados.
- En una olla añade el aceite de oliva y una rama de romero. Fríe suavemente la cebolla, ajo, apio y zanahoria (unos 5 minutos).
- Mientras se hace el sofrito, pica en mortero las avellanas y las hojas de la otra rama de romero con una pizca de sal.
- Incorpora las alubias cocidas y el caldo de verduras a la olla y llévalos a ebullición.
- Cuando comience a hervir baja el fuego al mínimo y con un cucharón saca una cuarta parte de la mezcla y tritúrala en un vaso de batidora con sal y pimienta.
- Incorpora la crema a la olla, mezcla bien y añade la picada de romero y avellanas.
- Déjalo cocinar a fuego bajo 10 minutos.
- Prueba y rectifica de sal y pimienta.
- Sirve muy caliente en plato hondo añadiendo los membrillos y las hojas verdes por encima.
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