¿Es posible dejar el café de un día para otro? Hmmm… ¿Y tomarlo sin leche? Hmmm… O mejor todavía, ¿y sin azúcar? Los quotidian cooks nos preguntamos cuán fácil es cambiar nuestros hábitos alimentarios tóxicos. No volver a comer pan o pastas de trigo procesado, dejar de beber cerveza industrial… Hmmmm, no parece tan sencillo, ¿verdad? Así que hemos hecho una pequeña encuesta en nuestro entorno de gente saludable, con familia, amigos, cocineros colegas, etc, y la respuesta es … que no. Que de fácil no tiene nada.
En realidad, nos parece mejor estrategia ir añadiendo alimentos y hábitos saludables a nuestra forma de comer. Nosotros creemos que lo que comemos es mucho más importante que lo que no comemos. Si leéis nuestras sugerencias en esta web, veréis que os proponemos ir incorporando alimentos saludables a vuestra dieta receta a receta. Y para ello, trabajamos para traeros recetas deliciosas y atractivas que os ayuden a reflexionar sobre lo que coméis (y dejáis de comer).
Esta semana os proponemos acercaros al jengibre, una especia legendaria que ya se encuentra fresca y viva en la mayoría de tiendas de alimentación. Para hablaros de los beneficios de comer jengibre hemos colaborado con Andy Brunning, autor de la web Compound Interest, que nos ofrece un fantástico gráfico con sus componentes y propiedades. Andy se ha convertido en la gran referencia para entender los procesos químicos en nuestros alimentos cotidianos y su trabajo Compound Interest: the curious chemistry of food and drink es uno de nuestros libros favoritos.
Os proponemos dos pickles de jengibre, uno rosa, a la manera tradicional japonesa y otro dorado, más contemporáneo que combinan perfectamente con todo tipo de platos añadiendo sabor y pungencia. El pickle rosa, es una versión del jengibre encurtido utilizado como acompañamiento en la comida oriental y obtiene su color de la carne de remolacha roja que incluimos en el marinado. El pickle dorado es una versión dulce, hecha con miel, que nos gusta mucho como acompañamiento para platos mediterráneos.
En ambos casos es fundamental seleccionar bulbos de jengibre muy frescos y de tamaño mediano, pelarlos bien y trabajar con un pelador de verduras o cuchilla muy afilada para conseguir tiras muy delgadas. Su elaboración es tan sencilla como combinar todos los ingredientes en una jarra de cristal y dejarlos marinar.
Podéis servir los pickles de jengibre acompañando platos como nuestro Sashimi de bonito con puerros, o la Espelta con verduras. Seguro que ya sabéis cuál (rosa o dorado) es el más adecuado para cada plato.
- Para el Pickle Rosa de Jengibre
- 1 taza de jengibre fresco en tiras
- ½ cucharadita de sal marina
- ½ taza de vinagre de arroz
- ¼ taza de vinagre de umeboshi
- 2 cucharadas de sirope de agave claro
- 2 rodajas de remolacha roja
- Para el Pickle Marrón de Jengibre
- 1 taza de jengibre fresco en tiras
- ½ cucharadita de sal marina
- ½ taza de vinagre de arroz
- ¼ taza de vinagre de umeboshi
- 2 cucharadas de sirope de arce
- Para el Pickle Rosa de Jengibre
- Pelar el jengibre cuidadosamente y con un pelador de verduras cortarlo en tiras tan finas como sea posible (ver foto).
- Masajear el gengibre con la sal hasta que empiece a soltar líquido. Colocar un plato encima de la mezcla y un peso sobre el plato para que haga de prensa. Dejar prensando al menos 1 hora.
- Descartar el líquido resultante y secar el gengibre con un paño limpio.
- En un frasco de vidrio con tapa, combinar los vinagres y el sirope de agave. Cerrar la tapa y agitar hasta obtener una mezcla homogénea.
- Añadir las tiras de jengibre y las rodajas de remolacha. Dejar marinar durante seis horas o durante una noche.
- Se conserva bien en el refrigerador entre una y dos semanas.
- Para el Pickle Marrón de Jengibre
- Pelar el jengibre cuidadosamente y con un pelador de verduras cortarlo en tiras tan finas como sea posible (ver foto).
- Masajear el gengibre con la sal hasta que empiece a soltar líquido. Colocar un plato encima de la mezcla y un peso sobre el plato para que haga de prensa. Dejar prensando al menos 1 hora.
- Descartar el líquido resultante y secar el gengibre con un paño limpio.
- En un frasco de vidrio con tapa, combinar los vinagres y el sirope de arce. Cerrar la tapa y agitar hasta obtener una mezcla homogénea.
- Añadir las tiras de jengibre. Dejar marinar durante seis horas o durante una noche.
- Se conserva bien en el refrigerador entre una y dos semanas.
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