¿Ha cambiado tu alimentación durante el confinamiento? ¿Quizá te has permitido ciertos excesos con el azúcar: postres, galletas o el todopoderoso chocolate? A nadie amarga un dulce y menos en tiempos de incertidumbre. Dos estudios recientes (ver más abajo) muestran cómo la carga emocional durante este periodo de crisis nos ha llevado a comer descuidadamente grandes cantidades de azúcar. Para remediar un poco este estrés los quotidians nos hemos puesto manos a la obra y os traemos un postre bajo en azúcar: la tarta helada con compota de arándanos. Vamos a ver dos técnicas muy sencillas y elegantes para hacer postres y dulces con menos azúcar.
Dos estudios de junio y julio de este año han analizado los cambios en los hábitos de alimentación durante el confinamiento. Uno en Italia y otro en España. Aunque sus datos son limitados muestran cómo la situación de pandemia está afectando la forma en que comemos. En el estudio italiano, el 44 % de los encuestados dicen haber aumentado el consumo de dulces hechos en casa y un 35,8 % creen que han estado comiendo menos alimentos saludables (frutas, verduras, frutos secos y legumbres). El estudio español relaciona los hábitos de alimentación con el estado emocional. Curiosamente, los encuestados que manifiestan tener un estado de ánimo más bajo de lo normal dicen que éste les ha llevado a comer más, con mayor frecuencia y a aumentar los alimentos procesados (galletas, bollería industrial, snacks, comidas preparadas, etc). No son resultados aplicables a toda la población, claro, pero sí nos sirven para pensar cómo está siendo nuestra alimentación durante esta pandemia.
Mientras procesábamos tanto dato nos hemos dicho: ¿y si formulamos un postre de verano con la mínima cantidad de azúcar posible? Una tarta helada con arándanos. Para hacerla, utilizamos dos técnicas para reducir el azúcar. La primera es hacer una base crujiente de nueces y avena y usar dátiles como endulzante. La segunda, cocinar la compota de arándanos con la mitad de la fruta y la mitad del azúcar para, al terminar, incorporarla a la otra mitad de los arándanos frescos. El resultado es espectacular: más fruta, más frescor y menos azúcar. Puedes ver los detalles de las cantidades en la receta y ajustarla a tus preferencias.
Con esta tarta puedes hacer frente a cualquier ola de calor. Una galleta con sabor a nueces y una base cremosa con toques de limón que se va fundiendo lentamente en la boca. La fruta le añade un bocado fresco, ácido y goloso a la vez. Un postre de fácil ejecución, emplatado muy vistoso y que se puede hacer varios días antes. Con el añadido de ser moderado en azúcar, cargado de arándanos y fresco, muy fresco.
- BASE
- 80 gr /10 piezas dátiles sin hueso
- 150 gr de nueces peladas
- 70 gr de copos de avena sin gluten
- ¼ cucharadita de sal marina
- 1 a 2 cucharadas de agua mineral
- CREMA:
- 400 ml de crema de coco
- 200 gr de anacardos crudos
- 2 cucharadas de piel de limón rallada
- 70 ml de zumo de limón fresco
- 70 ml de sirope de arce/o sirope de agave o similar
- 1 pizca de sal marina
- COMPOTA
- 600 gr. Arándanos frescos
- 2 cucharadas de azúcar panela
- 1 cucharada de zumo de lima
- 2 cucharadas de agua
- 1 pizca de sal marina
- En un procesador, tritura los dátiles, las nueces, la avena y la sal hasta que la mezcla forme una bola pegajosa. Añadir gradualmente 1 o 2 cucharadas de agua para hacer la mezcla moldeable.
- Sobre un papel de horno en un molde de 20 x 20 cm presiona la masa de la base hasta conseguir una capa homogénea. Coloca el molde en el congelador mientras haces la crema
- En una batidora, prepara un puré con la crema de coco, los anacardos, la ralladura de limón, el zumo de limón, el sirope de arce y la sal. Bate a alta velocidad hasta que quede suave y sin grumos.
- Vierte el relleno sobre la corteza y congela durante la noche. Deja descongelar a temperatura ambiente durante 15 minutos antes de cortar en cuadrados y servir cubierta por la compota.
- COMPOTA
- Separa los arándanos en dos mitades. coloca una de las mitades en el recipiente donde vas a guardar la compota.
- Combina el agua, azúcar, zumo de lima y sal en un cazo y calienta la mezcla a fuego lento, removiéndola hasta que se disuelva el azúcar. Añade la mitad de los arándanos, aumenta el fuego a medio y cocina removiendo la mezcla hasta que las bayas comiencen a romperse, unos 5 minutos.
- Apaga el fuego y vierte la mezcla en el recipiente donde tienes la otra mitad de los arándanos. Agita suavemente el recipiente para que se cubran bien los arándanos frescos.
- Déjalo reposar una hora, tapa y refrigera.
Puedes hacer la compota con otras frutas (frambuesas, fresas, albaricoques, etc) manteniendo la técnica de cocinar solamente la mitad de la fruta. Puedes conservar la compota en el refrigerador hasta 5 días.
Cuando prepares la base, añade dos cucharadas de agua al procesador de alimentos para conseguir una masa moldeable fácilmente.
Todas las elaboraciones están pensadas para que queden con un dulzor muy suave.
Prueba el sabor a medida que las vayas preparando y añade un poco más de endulzarte si lo crees necesario (sin excederse).
Veronica says
Hola ,deciros que gracias por compartir exquisitos vuestras recetas 👏🏼👏🏼👏🏼.Voy hacer esta tarta y he comprado la crema de coco cien por cien coco . La he de disolver en agua tibia?o tal cual al procesador de alimentos ? Gracias!!!
Javi says
Hola Vero! Qué alegría verte por aquí! Mira, depende del tipo de crema, porque hay muchas variedades. Si es líquida y espesa, no necesitas disolverla. Si es sólida (lleva mucho aceite) entonces sí.Incorpora agua y bate hasta que forme una emulsión cremosa.
Ya nos contarás!